
Si no amaste, si excluíste, si no la sigues, si no reconoces la verdad de l todo y lo especial de sus partes, la riqueza de cada ser en este mundo tan de nosotros y ya casi prestado, pues está aquí la Negra Cubana y tenía que ser ella, quien si no. Me alegro por eso y por amar a Sandra en su identidad, así asomada al balcón de la vida, con la amistad de siglos y tanta sangre y colonización mental derramada en su letra sencilla, rebelde y eternamente en el yo de una existencia con derecho propio. Felicidades por uno de mis colores y tu palabra y acción en la coherencia de la necesidad por puro amor al prójimo y letra con fuerza.